Visto los visto, la clase política no cambia en nada, tanto de un banco como del otro siguen con la misma canción una y otra vez, persiguiendo fines partidistas y de cara a Marzo de 2008, creyendo que puede ocasionarles favorablemente un resultado en su casillero de votos, hablan y hablan de quién tiene o no tiene la culpa, sin preguntarse cuales son los métodos mas factibles para acabar con el infacticidio. Pero claro muchos que leen mis palabras se preguntaran que si no se nada de la política, que si no vemos que esto es un juego que legislatura tras legislatura se debe llevar a cabo para que siga existiendo una ciencia como es la ciencia politica.
Debemos entender o dar por hecho, que a la oposición sea cual sea el color no le interesa para nada que su opositor en este caso el gobierno acabe con el terrorismo y condenarse a estar en esa oposición de por vida, también es sabido que ese gobierno hará lo que esté en su mano para acabar con el mismo y por el mismo motivo, asegurarse un asiento próximo al consejo de ministros por eso este juego incesante que aunque es, de una forma u otra, favorable para sus intereses, se ha convertido en un monotema sin sentido que aburre al más importante de los actores que es el pueblo el cual posee la soberanía. La politocracia que así se llama ahora va perdiendo credibilidad día tras día y sin embargo siguen lanzandose flechas incesantes sobres sus cabezas. La responsabilidad o la conciencia de la misma está limitada a gente cotidiana que lo único que espera es poder acabar con sus agujeros, tener una estabilidad y que no exista ningún tipo de inquietud a su alrededor llamese terrorismo, inmigración, inseguridad ciudadana...
LLegará el mes de Marzo con programa en mano, y seguirá ascendiendo el número de abstenciones, disminuirán muchas ilusiones, seguirá la batalla verbal de siempre, y no se pararán a preguntarse el por qué de esas abstenciones. Seguirá habiendo un déficit en las verdades y aumentará el numero de actos politizados sin contar ya con el interés común.
El motivo de mi reflexión es el titular que se puede apreciar en un diario digital en el que habla que Zaplana dice que el gobierno sigue negociando a pesar de lo ocurrido, mal hecho, por cierto, por parte del señor presidente, que debería ser implacable mediante las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Demagogia, es una palabra bastante gastada del diccionario de la real academia. Sustantivo bastante utilizado, para seguir creando una jerga que ya aburre, que ya quema, por eso nuestra clase política debería preocuparse por todos los temas que abarcan el pertenecer al ejecutivo. Muchos de esos temas están muy mal, son dignos de revisión por eso la oposición debería achacar cuando hay que achacar y aplaudir cuando tiene que aplaudir.
Quier conlcuir diciendo que yo creo en la clase politica, no por ello, estoy obligado a seguirles el juego y seguir como si no pasara nada. Existen las reglas del juego que son las necesarias para la buena alimentación de nuestra y de todas las democracias pero como buen uso de la libertad de expresión también es bueno ser autocritico que entra dentro de las reglas de juego. Por eso invito a que, sea cual sea su color, no nos callemos y a usar esa regla de juego que es la autocrítica y que es necesaria para que aprendamos de nuestros propios errores.